ETAPA 5

9 de septiembre de 2023

ETAPA 5

CARRAPATEIRA-LAGOS

76,70 km.

En todos los viajes que he realizado llega un día en el que te das cuenta que tienes normalizadas unas rutinas que se han ido produciendo a lo lago de los días. Una de ellas es la hora de levantarte. No es necesario decidir la hora la noche anterior, va a ser a las 06:00 horas. Típico horario del mundo laboral pero, cuando haces turismo sobre una bicicleta y pretendes utilizar las tardes para descansar y visitar la localidad de destino, no tienes mas remedio que empezar a pedalear muy pronto.

Después de un tranquilo y silencioso desayuno en la pequeña cocina del Hostel, preparamos el equipaje y lo guardamos en el coche. Montamos las bicicletas y nos vestimos para afrontar otra jornada ciclista. Las bicicletas empiezan a moverse a las 07:15.

Hoy Julián conducirá su coche. Tiene tarea por delante porque no irá directo al alojamiento de Lagos, destino final de esta etapa. Existe un lugar emblemático en el recorrido de hoy y no puede perdérselo. Nos estará esperando cuando lleguemos al Cabo de San Vicente.

Antes de abandonar Carrapateira, vamos a recorrer la Ruta de los Miradores. Para ello, desandamos parte del recorrido que nos trajo ayer a este pueblo y nos alejamos del casco urbano para emprender una durilla subida, para ser tan pronto, y situarnos sobre los acantilados. Pero antes, vemos  a nuestra derecha la Playa de Bordeira, rodeada de dunas y protegida por acantilados.  

Playa de Bordeira

Playa de Bordeira

Cuando terminamos de ascender por una estrecha carretera, nos situamos al borde de unos majestuosos acantilados que nos presentan un inmenso océano al frente con unas impresionantes vistas. 

La ruta es sencilla, una ancha pista te lleva junto a los acantilados y facilita el acceso a sus bordes mediante pasarelas de madera. Imponentes formaciones rocosas se extienden a lo largo de esta costa tan escarpada.

El sol empieza a calentar y seguimos recorriendo miradores. La ruta circular tiene una distancia aproximada de 9 kilómetros y constantemente se suceden pasarelas para poder deleitarte con sus paisajes. 

Antes de dejar atrás la cornisa, vemos una pequeña y tranquila playa con un amplio y casi vacío estacionamiento ocupado tan sólo por algunos furgones de amantes del surf. Es la Playa do Amado

Playa do Amado

Dejamos  los acantilados y sus preciosas vistas y retornamos a los pies de Carrapateira para "empezar" la etapa de hoy. Una tranquila carretera con perfil ascendente nos saca de la localidad y, durante 13 kilómetros, pedaleamos hasta llegar a la localidad de Vila do Obispo. A partir de aquí, dejamos el asfalto y volvemos a pistas de tierra que, durante otros 12 kilómetros, nos llevan hasta el icónico lugar que da nombre a la Costa Vicentina, el Cabo de San Vicente. Y allí se encuentra Julián, junto con grupos de turistas y muchos excursionistas con bicicletas. 

El lugar es impresionante. A ambos lados del faro, no visitable, nos encontramos enormes acantilados verticales que ofrecen unas espectaculares y vertiginosas vistas del entorno y que sobrecoge si te aproximas a los bordes. Aparte de vistas, no hay nada. Es un punto de llegada, fotografías y retorno.  

Nos despedimos del Faro y salimos de este turístico lugar, pasando junto a la Fortaleza de Beliche, situada junto a un cabo rocoso y protegida por acantilados, aunque no perdemos tiempo en visitarla. La hora del café se va acercando.

 

Por el mismo camino que tomamos para ir al faro, regresamos a Vila do Obispo para desayunar por segunda vez y tomar un buen café. Acto seguido, nos preparamos para recorrer los últimos 30 kilómetros de la etapa de hoy. Pero no nos salen baratos, son muy engañosos. El rodar junto al mar no implica que todo el trayecto sea llano. Cada vez que te separas de la costa, el perfil cambia y empiezas a subir. Y este final de ruta está lleno de toboganes.

Cuando atravesamos la pequeña localidad de Raposeira, los nubarrones negros aparecen en forma de avería en la bicicleta de Camuñas. Y es preocupante porque los cambios en la transmisión los debe de seguir haciendo manualmente. Dicho de otra forma, parar bajar o subir hay cambiar la cadena con las manos y reanudar la marcha. Un problema. Se consigue reparar y continuamos.

Da igual que rodemos por tierra o por asfalto. Ascendemos y descendemos. En una de esas bajadas llegamos a un turístico pero pequeño pueblo llamado Salema. La preciosa y concurrida playa es el gran atractivo que tiene. Una obligada parada para descansar y continuamos.

Para salir de Salema, debemos ascender por una estrecha y empinada calle. Más de los mismo. Cuando dejamos las viviendas a nuestra espalda y nos olvidamos del asfalto, el track de los gps nos mete por un curioso camino que bordea la cresta de una loma y nos regala una bajada de temperatura por culpa de un banco de niebla. Descendemos de nuevo al nivel del océano y nos introducimos por un pequeño bosque que, antes de llegar a Burgau, nos "regala" una generosa tachuela por un terreno roto por los arrastres del agua. Lo mejor, empujar las bicicletas hasta coronar la subida y hacer otro pequeño descanso.

La continuación del recorrido se va suavizando, pero los toboganes no desaparecen. Empieza la sucesión de pequeñas localidades turísticas junto a la costa y nos detenemos en un pequeño mirador junto a Playa de Luz. Mucho turismo por esta zona. Es la hora del aperitivo y las comidas y tenemos que atravesarlo por su paseo marítimo entre terrazas y paseantes.

La ruta se está acabando. En poco tiempo llegamos a la primera y gran ciudad turística del Algarve portugués, Lagos. Tras un buen rato pedaleando por sus calles, llegamos a una zona en expansión de edificaciones junto a la costa. Y junto a un bonito complejo de bungalow nos espera Julián con los deberes muy bien hechos. La urbanización y la zona son muy tranquilas en esta época del año. No quiero pensar como se pondrá en Julio y Agosto. 

Como la etapa de hoy ha sido más exigente y agotadora de lo previsto, hemos llegado más tarde de lo habitual. Pero Julián lo ha previsto y la comida la hacemos en el bungalow. A parte de unas cervezas muy frías, tiene preparados unos buenos chuletones para recuperar las agotadas piernas. Todo un lujo junto con una solitaria piscina de agua caliente.

La ruta de hoy ha consumido mis fuerzas, me noto agotado y muy cansado. Necesito dormir un poco. Mientras, Julián y Camu se han encargado de localizar un local de lavadoras automáticas y han traído limpias y secas toda la ropa de ayer y la de hoy.

Por fin hemos podido lavar las bicicletas. Una simple manguera ha recuperado sus colores y han liberado la suciedad de las transmisiones. Y, aprovechando el bonito jardín de la casa, les dedicamos tiempo para limpiarlas y engrasarlas.

Con la ropa lavada, las bicicletas limpias y la musculatura estirada nos queda dar una alegría a nuestros cuerpos. Como estamos en una ciudad costera y muy turística del Algarve, aprovechamos el final de la tarde para bajar a la Playa de Doña Ana. Una cala increíble, rodeada de imponentes acantilados y con curiosas formaciones rocosas que emergen del agua. Lo que viene a continuación es fácil de adivinar. Un buen y gratificante baño en unas aguas calmadas y, sorprendentemente, cálidas.

La tarde la cerramos con otro baño en las cálidas aguas de la piscina y con una relajada cena. Hoy hemos acabado cansados. La etapa ha sido larga y con más de 900 metros positivos. El cámara oficial ha estado conduciendo el coche de apoyo y no tenemos videos. Si el cuerpo te pide dormir, hazle caso. Mañana será otro día.

DATOS DEL RECORRIDO:

Total kilómetros: 76,70 km

Tiempo total invertido: 6 h 52' 53''

Tiempo en movimiento: 4 h 47' 33'' 

Tiempo detenido:   2 h 05' 20'' 

Velocidad media en movimiento: 16 km/h

Velocidad máxima: 44 km/h

Altitud mínima: 7 m.

Altitud máxima: 140 m.

Desnivel acumulado ascendiendo: 923 m.

Desnivel acumulado descendiendo: 908 m.

DECÁRGATE EL TRACK

PERFIL ALTIMÉTRICO

PLANO DE LA ETAPA

VIDEO

No existe: conducía el cámara oficial