CONCLUSIONES


A diferencia de los blog de viajes anteriores, esta vez me he demorado más tiempo en terminarlo. Prácticamente, se cumplen dos meses desde que regresamos de Sevilla. Diversos viajes y algunos asuntos familiares me han impedido finalizarlo antes. Pero no por eso me han impedido tener el privilegio de "realizar el viaje por tercera vez"

Suelo comentarlo al final de cada uno de los blogs que tengo publicados. Hay un primer viaje, llamémoslo "el viaje on-line", que realizo durante varios meses mientras lo organizo. Es un primer viaje un tanto imaginativo. Todos los lugares, recorridos, track y fotografías tienen que corresponderse el día que las bicicletas rueden por ellos.

El segundo viaje, llamémoslo "el viaje in situ", es el mejor, donde todo se hace realidad, aunque debas improvisar en algunos momentos. Y es el viaje que te aporta toda la información necesaria para cumplimentar este capítulo, llamado "Conclusiones".

Pero la gran demora que me ha llevado finalizarlo me ha regalado un tercer y largo viaje realizado desde el sillón de mi ordenador, sin sufrir el calor y las agujetas de cada día. He vuelto a cada uno de los track con sus playas y acantilados, a cada una de las fotografías y a cada uno de los videos que este año hemos traído. Un auténtico placer y un gran privilegio.

Este capítulo de conclusiones es algo muy personal. Es mi forma de haber visto el viaje y que me permite realizar algunos comentarios sobre diversos temas relacionados con esta fantástica aventura. 



EL RECORRIDO

El trazado de este viaje estaba decantado desde que hicimos el Camino Portugués por la Costa, que nos llevó desde Lisboa a Santiago de Compostela. Los paisajes, playas, acantilados y dunas que descubrimos en ese camino me dio la idea de cerrar toda la costa portuguesa bajando hasta el Algarve

Tuve la suerte de encontrar en la Editorial Petirrojo una guía de bici:map que proponía llegar desde Lisboa a Sevilla. Y así se fue fraguando la idea. Y puedo asegurar que no nos ha defraudado.  Los increíbles paisajes desde los acantilados, sus magníficas playas y calas, sus dunas y bosques, la diversidad de terrenos por los que hemos rodado y su gastronomía nos han acompañado a lo largo de casi 750 kilómetros. Una maravilla.






LAS ETAPAS

La distribución de las etapas estaban condicionadas por las distancia entre localidades y sus opciones de alojamientos. Además, estaban dispuestas con un kilometraje accesible para no hacer de cada etapa un suplicio. La guía Bici:Map proponía un reparto del recorrido en 12 etapas. Me parecieron demasiados días. Estructurarlas en 10 etapas nos daba la oportunidad de llegar todos los días a comer sin tener que volver a montarnos en los sillines.

La etapa 8 estaba dispuesta con un corto kilometraje por los problemas que existen al coger los ferrys. Y creo que acerté. Se nos unió el cambio de hora al entrar en España y, al final, llegamos a Islantilla a la hora de comer. En esa etapa fue un acierto evitar el ferry de Punta del Moral y rodar por la Vía Verde del Litoral. Nos ahorramos mucho tiempo.

A todos los viajes llevo unas fichas en la bolsa del manillar que me permiten estar orientado sobre el terreno y me indican las localidades por las que pasaremos y las distancias entre ellas. Me parecen muy prácticas y es la primera vez que las publico. Solamente una salvedad, al principio preparé 11 fichas pensando en dormir en Coria del Río y dejar pocos kilómetros para llegar a Sevilla. Pero eso nos ampliaba el viaje en un día más y había que ajustarse a las necesidades familiares de todos los que hemos participado en esta aventura. Por lo tanto, la ficha 10 y la 11 se transformaron en una sola etapa.

Las últimas etapas fueron muy largas, pero los perfiles nos permitieron rodar a buen ritmo y terminamos cada día como en el resto de las etapas. Además, la mayoría de ellas finalizaban en localidades costeras donde tuvimos la oportunidad de disfrutar de las playas. Y no nos olvidemos que en ninguna de las diez etapas nos llovió, aunque las nubes nos persiguieran. 





LOS ALOJAMIENTOS

Realmente, han sido los culpables de la distribución de las etapas. Un viaje de estas características implica bastantes gastos. Algunos son inevitables como comer y el transporte donde no puedes reducir el coste porque la alimentación es importantísima para subirte al sillín todos los días y el transporte viene condicionado con los precios estipulados del combustible. Pero sí se puede reducir en los alojamientos, y eso es lo que solemos hacer. Si nos ponemos a pensar, hacemos uso de ellos para ducharnos a la llegada, cenar y dormir. El resto del día estamos pedaleando o paseando por las tardes como turistas. Por eso, podemos ahorrar en lujos y evitar alojamientos que nos hagan un roto en los bolsillos. Nos conformamos con poco

Pero aún siendo austeros y buscando los más económicos en los finales de etapa, nos hemos llevado agradables sorpresas. La Casa Rural A Deolinda, en Santiago do Cacem, fue una maravilla para el precio que nos costó. Una vivienda baja en medio del campo con dos habitaciones y un amplio salón. Además, la hospitalidad de la señora que lo regentaba y la comida que nos preparó fue un regalo en este viaje.

El primer alojamiento en Costa Caparica fue el Hotel Real Caparica, muy cerca de la playa, con el desayuno incluido.  En tres días dormimos en Posadas de Juventud, son alojamientos tipo hostel, minimalistas, y donde compartes todas sus instalaciones. Son albergues gestionados por el gobierno portugués Las habitaciones disponen de literas para cuatro personas, lo que hizo que uno de los cinco tuviera que dormir en otra habitación. Dada la amplitud de la habitación de la Posada de Almograve, pude no dormir con extraños y llevarme el colchón para dormir los cinco juntos. Una anécdota.

Otro de los alojamientos digno de mención es el apartamento turístico Orada de la Marina de Albufeira. Un espectacular dúplex de tres habitaciones con garaje, piscina y grandes espacios y varias terrazas. Y lo mejor, el precio.

Quizás, el más incómodo ha sido el Hostel do Mar, en Carrapateira. Habitación muy pequeña donde Camuñas y Antonio hicieron equilibrio para subir al altillo que teníamos en la habitación para cuatro personas.

En Lagos, Booking nos anuló la reserva de la Posada de Juventud. Como consecuencia, Antonio se encargó de buscar otro lugar donde dormir y nos encontramos con un precioso bungalow, con una tranquila piscina y muy cerca de una espectacular playa en pleno Algarve.

Los apartamentos de Islantilla y Matalascañas pertenecen a complejos turísticos con piscina. Nos aportaron independencia y cercanía a unas inmensas playas.

Y el último de ellos fue "un albergue de peregrinos" en Sevilla, el Hostel Triana Backpackers. Es un alojamiento especial al ser utilizado por peregrinos que pretenden empezar el Camino de Santiago para recorrer La Vía de la Plata. Allí nos encontramos con  ciclistas que, a la mañana siguiente, comenzaban a pedalear rumbo a Santiago. 





Páginas web de los alojamientos:

Costa Caparica: Hotel Real Caparica


Santiago do Cacem: Casa Rural A Deolinda


Carrapateira: Hostel do Mar




Matalascañas: On City Resort




EL EQUIPAJE

En este viaje el equipaje ha sido el menor de los problemas que hemos podido tener. La comodidad de llevar un vehículo de apoyo durante las etapas, nos ha permitido no cargar con las alforjas en las bicicletas y liberar peso durante el pedaleo. También, nos ha dejado ser menos selectivos en la elección de la ropa y accesorios que guardar. Los que ya llevamos varios viajes, tenemos controlado todo lo que hay que llevar y como guardarlo pero, esta vez, en maletas o bolsas. En general, he usado casi todo lo que llevé, excepto ropa de agua y abrigo.

Pero la ilusión y los nervios de los dos nuevos, Julián y Camuñas, me hizo retroceder en el tiempo y recordar mis nervios y las grandes dudas que tuve la primera vez que hice las alforjas. Un poco de ayuda no les ha venido mal. Sus fotos hablan por sí mismas.





LAS BICICLETAS  

Lo digo y lo diré en todos los viajes que haga: son las protagonistas. Sin ellas, no hay viaje. Sus cuidados, revisiones y limpieza son rutina ineludible en cada etapa. Sabemos que son máquinas y en cualquier momento pueden darnos un susto. Pero lo que no esperas es que una bicicleta recién sacada del taller para cambiar la transmisión completa y prepararla para esta aventura, se averíe el primer día. Por eso, la bicicleta de Camuñas está en el centro de la fotografía porque, por desgracia, ha sido la protagonista en el lado negativo del viaje.  

En tres etapas tuvimos que recogerle por quedarse tirado y no pudo acabar. Si añadimos que otros dos días tuvo que hacerse cargo del vehículo de apoyo, nos encontramos que su estreno cicloturista ha durado cinco jornadas. Una lástima. Pero gracias a su tesón y al deseo de llegar pedaleando a Sevilla, encontró un buen taller en Lepe donde le solucionaron el problema y le permitieron disfrutar de las etapas que quedaban. 

Las otras cuatro bicicletas no crearon problemas, salvo un pequeño pinchazo en mi bicicleta el primer día, a pesar de la cámara antipinchazo que llevaba montada. 





EL COCHE

Cuando Julián nos propuso llevar su coche como vehículo de apoyo, pensé que una parte de la autonomía del cicloturista se iba a perder porque el coche nunca iba a estar circulando junto a las bicicletas. En cada etapa habría que prever la climatología a lo largo de la mañana. En las bolsas del manillar podríamos llevar algunas cosas, pero la variedad de ropa que puedes llegar a usar en un día complejo de agua y frío no tendría cabida.

En los cinco viajes que he realizado llevé siempre alforjas y fui autónomo en todo momento. Pero el ir acompañado de un vehículo de apoyo me ha permitido cambiar de bicicleta y llevar la bicicleta de 29", que no está preparada para llevar alforjas, y rodar más cómodo y más rápido. 

La capacidad del Renault Grand Space nos permitió ir hasta Costa Caparica con las cinco bicicletas y todo el equipaje. Cuatro en el portabicis trasero y la de 26" de Oscar en el maletero. Esta forma de viajar me permitió modificar el inicio de la primera etapa para comenzar en Costa Caparica y no hacerlo en Lisboa capital. De esa forma, nos ahorramos el ferry desde el puerto de Belén hasta Trafaria, más el tiempo de incremento en la primera etapa.




Una vez finalizado el viaje puedo decir que este sistema es práctico y cómodo. No nos llovió ningún día y las temperaturas fueron bastante moderadas.  Nos permitió llevar un ritmo bastante ligero en cada una de las etapas. Con alforjas no hubiera sido posible.

Pero cuando acabamos el viaje, todos nos preguntábamos lo mismo: ¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos traído coche? ¿Cómo habría acabado Camuñas, si desde el primer día tuvo la bicicleta averiada? Cuando el primer día tuve que ir a recogerle al fondo de un valle boscoso, di gracias por contar con el coche. De no haberlo tenido, el viaje se hubiera acabado para él y no sé como habría condicionado al resto. 

El coche nos ha aportado seguridad y descanso. A lo largo de las 10 etapas cada uno condujo dos veces, lo que facilitó la recuperación muscular y la logística del final de la etapa, apartado bastante importante y que nos fue ahorrando tiempo.





Otro tema que quiero recordar es lo práctico que resultó disponer de un dispositivo VíaT para pasar por los peajes sin detenernos. En Portugal es un problema. Existen dos tipos de peajes: los convencionales y los automáticos. Los primeros son los que conocemos en España, con sus casetas y distintas opciones de acceso. Pero los segundos son los problemáticos, son pórticos muy altos, llenos de cámaras y no interfieren en la velocidad del los vehículos. No existen casetas y captan las matrículas directamente. Y puedo asegurar que hay muchos así. Con el dispositivo VíaT dejamos de preocuparnos cuando llegábamos a los peajes y nos permitió desplazarnos rápidamente entre localidades. Un acierto muy recomendable.

El coche se fue convirtiendo en nuestro vestidor y maletero ambulante. Tal es así que en la Posada de Almograve quise hacer un pequeño video para enseñar el uso que hicimos del coche de Julián






ESTADÍSTICA

Todos sabemos que una estadística es un conjunto de datos objetivos que se interpretan de manera subjetiva según nos interese. Pero lo que pretendo con el cuadro siguiente es realzar algunos datos que facilitan información de ciertas etapas.

Todos los datos que aparecen en el cuadro están extraídos de mi gps. Mi antiguo Garmin Dakota 20 que sigue funcionando como el primer día.

Lo primero que vemos resaltado es el total de kilómetros realizados en 10 etapas: 748,9 Km. Esa distancia la hemos cubierto con 5.975 metros positivos, la altura ascendida. Como las estadísticas están para comparar, he revisado los mismos datos en viajes anteriores con kilometraje parecidos y veo los siguientes datos:
          
                               - Camino del Cid: ........................   6382+ en 674 km
                              - Camino Portugués por la Costa:  6444+ en 694 km.
                              - Camino de Madrid: ....................  8722+ en 725 km.
                              - Camino Francés: .....................  11562+ en 780 km.
                              - La Vía de la Plata: .................... 12385+ en 871 km.

Todos estos datos ratifican mi sensación de haber hecho un viaje cómodo, sencillo en su perfil, sin grandes ascensos y con etapas muy accesibles y llanas. Un viaje, en definitiva, fácil.

Otros datos relevantes son los reflejados en la etapa 8, la más llana (53,60 km) con el menor desnivel (244+).

Por el contrario, las dos etapas más exigentes y en las que las piernas se resintieron, fueron en mitad del viaje, las etapas 4 y 5. Allí nos encontramos con 811+ en 77,70 km y 923+ en 76,70 km, respectivamente.

Y la etapa "reina", por ser la más larga de todas con 104 km, nos supuso un total de 7h y 24' desde que la iniciamos hasta que nos bajamos de las bicicletas, con un tiempo pedaleando de 5 horas y 40 minutos. Me refiero a la última etapa, la 10, que nos llevó desde Matalascañas hasta Sevilla en un cómodo recorrido de tan sólo 363 m+, pero con mucho calor.




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Con el apartado de las estadísticas finalizo este blog tan especial. He intentado relatar todo lo que aconteció durante este fantástico viaje. No es fácil transmitir las sensaciones que el mundo cicloturista aporta, desde los preparativos finales hasta la conclusión de una ilusión, de un gran reto. Si alguien empezó a leerlo y ha llegado a este punto, espero que lo haya entendido y disfrutado, aunque no tanto como lo hicimos nosotros.

Comenté que, debido al tiempo que me ha llevado finalizar este blog, he tenido la oportunidad de "subirme" de nuevo al sillín de mi bicicleta y disfrutar de todo tipo de terrenos, pistas, carreteras, senderos, y caminos a través de fincas, dehesas, bosques, dunas y acantilados con la compañía de Óscar, Antonio, Julián y Camuñas.

El tiempo nos vuelve a la normalidad y a las rutinas de los trabajos y las familias, pero la finalidad de este blog es poder recordar que existe una forma de disfrutar, de convivir, de hacer deporte y turismo. Y recrearme con las imágenes de las costas, los acantilados, las playas con sugerentes formaciones rocosas me aportan nuevas ilusiones para futuros proyecto.

La gran aportación de Julián con sus videos nos permite disfrutar visualmente de muchos de los lugares por donde rodamos. Un elemento nuevo que no contienen los otros blog. Además, al disponer de su coche como vehículo de apoyo, nos ha permitido pedalear más cómodos y más rápido al no tener que cargar con las alforjas. Y gracias al coche y al mecánico de Lepe, Camuñas pudo terminar el viaje, aunque esta aventura le debe tres etapas.

Con este viaje puedo decir que, subidos al sillín de nuestras bicicletas, Óscar y yo hemos recorrido toda la costa de Portugal, con las respectivas extensiones hasta Santiago de Compostela y a Sevilla.

Por último, quiero resaltar la estupenda convivencia, implicación y paciencia que ha reinado a lo largo de todos los días con mis compañeros de fatigas, Óscar, Antonio, Julián y Camuñas

Es la hora de cerrar este capítulo y, por consiguiente, los relatos de este blog. Espero haber transmitido todas las sensaciones, emociones y vivencias, junto con la gran cantidad de recuerdos entre imágenes y videos, que esta maravillosa aventura nos ha aportado. 



Nuestro viaje por La Costa Sur de Portugal ha terminado.

Así lo he vivido y así lo he contado.


 


 






 









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