ETAPA 2
Hoy voy a "empezar" mi viaje pedaleando. Ya tenía ganas. Según el orden establecido el conductor de esta etapa será Antonio y le tocará encargarse de la logística para cuando lleguemos a Santiago do Cacem.
Un tranquilo paseo por las poco transitadas calles cercanas a la zona portuaria de Setúbal nos lleva hasta el puerto para embarcar en el Ferry. Mucha gente esperando que den las 07:30 horas para subir al ferry. Y entre ellos, cuatro entusiastas ciclistas que van a empezar su segunda etapa.
A las 08:00 horas, desembarcamos y comenzamos la etapa de pedaleo. Nos toca recorrer unos 20 km muy llanos a lo largo de la península, con el Océano Atlántico a la derecha y el Río Sado a la izquierda, aunque he de decir que muchas veces no veíamos el Océano por culpa del paraje dunar que lo protege.
Cuando dejamos esta larga carretera, a la altura de la localidad de Comporta, nos adentramos en unos inmensos arrozales que, durante unos 10 km, nos hacen rodar entre una acequia y el canal de regadío con sus artesanas exclusas. Muchas cigüeñas asustadas emprenden el vuelo a nuestro paso. algunos cangrejos tuvimos que sortear e, incluso, retornar al canal. Realmente un sitio muy bonito.
Dejamos los arrozales y entramos en la localidad de Carvalhal. Se aproxima la hora de desayunar y los pocos bares que encontramos están cerrados. Son las 09:30 horas y me parece que por aquí no se madruga mucho. Tomamos una pequeña carretera sin arcén que pasa por una especie de aldea llamada Pinheiro da Cruz, y no hay bares.
Algo no va bien, mi rueda trasera pierde aire. Paramos para inflarla y aprovechamos a comer unas barritas energéticas y algún que otro plátano. Hoy no va a haber café. Continuamos la marcha y, definitivamente, se confirma el pinchazo de mi rueda trasera, a pesar de llevar una cámara con gel.
Dejamos los caminos arenosos y volvemos al asfalto por tranquilas carreteras. Los gps dicen que los metros positivos de la ruta están por llegar. Veremos con qué nos encontramos.
Abandonamos el asfalto y paramos un momento a la entrada de una ancha pista, junto a un bosque de alcornocales con los troncos "esquilados" debido al cultivo del corcho.
Los gps no mienten y los "piquitos" que aparecen en el de Camuñas confirman los metros positivos que nos va a tocar ascender. Aproximadamente, unos 15 kilómetros de constantes subidas para salir a la carretera que accede a la localidad de Santiago do Cacem. Pero los dos últimos kilómetros son duros. El final de la etapa es épico.
Después de atravesar Santiago do Cacem, con sus constantes subidas y bajadas, llegamos a la Casa Rural de A Deolinda, donde nos espera Antonio con los deberes bien hechos. Un pequeño pero acogedor complejo que se encuentra a la afueras de la ciudad.
Una casa de dos habitaciones y un gran salón con la opción de dejar las bicicletas en el porche. Es una zona muy tranquila y aislada de la zona urbana. No desperdiciamos el momento de brindar con frías cervezas por nuestra segunda etapa
Pero me faltan estrellas para calificar la comida casera, tradicional y variada que nos ha ofrecido la encargada de las instalaciones. Regadas con frías cervezas y vino de cosechas de la comarca. Como no podía ser de otra forma, hemos estado a la altura de tan exquisitas presentación de alimentos. ¡Qué manera de comer!
El resto de la tarde la dedicamos a lavar y organizar la ropa, a limpiar y preparar las bicicletas para mañana, a estirar nuestras castigadas musculaturas y a salir a comprar la cena. El castillo no lo visitamos, tan sólo es una muralla ruinosa que protege el cementerio, visitable y cerrado hasta mañana.
DECÁRGATE EL TRACK
No hay comentarios:
Publicar un comentario